Hoy les traigo la reseña de un libro al que le tenía muchas ganas y que no obstante llevaba en mi librero largo tiempo esperándome, ¿al final ha valido la pena?
Este libro es dramático y trata un tema que me gusta mucho que es la esclavitud, porque creo que lecturas como ésta no ayudan a ser más empáticos, abiertos y perceptivos y aunque vivamos en un mundo aparentemente libre hay temas que no pierden vigencia como tampoco lo deberían valores tan esenciales como la amistad, la tolerancia y la fidelidad. Pues como ya se imaginarán mis expectativas eran muy altas, ahora los adentro un poco en la trama.
La historia
El libro trata sobre Elizabeth y Matie. La primera es una señorita que nace en Estados Unidos en el año de 1837 en una familia sureña de clase acomodada que apenas nacer pasa a estar en manos de su nodirza Matie, quien al tomar el deber de ama de leche de la pequeña tiene que abandonar a su hijo, pues aunque sólo ha pasado a vivir en la casa grande y una corta distancia les separa, le será imposible ocuparse más de él.
Lógicamente al ser Lisbeth la causa de la separación de su amado hijo, al comienzo la nodriza no está del todo contenta con la niña, pero pronto empieza a quererla, mientras Lisbeth desarrolla un filial apego por su ama de leche a la que aún siendo muy pequeña le es muy fiel y quiere más que a cualquiera en su pequeño mundo.
Este libro nos narra la entrañable historia de amistad entre la esclava y su joven ama. ¿Será esto posible? ¿O será Lisbeth la típica niña mimada que al crecer ira con la corriente para terminar siendo parte del sistema opresor?
Mi opinión
Como les he comentado es un tema que me fascina y he leído algunos otros libros al respecto. En comparación con ellos está bastante ligero, cosa que no es mala, sólo que lo menciono como información.
En un comienzo me parecía muy prometedor, las primeras páginas se me pasaron volando, con un lenguaje muy ameno pero a la vez muy poético. Rápidamente me adentré en la trama y la situación de los personajes me conmovió. Pude conocerlos en pocas páginas y perfilarlos en mi mente. Ya me estaba preparando con la caja de pañuelos... pero no fue necesaria. Como a eso de la mitad el libro da un salto que ciertamente me descolocó y ya no pude volver a encarrilarme. He tratado de analizar el por qué, ya que pienso que no es que la trama haya caído o que los personajes hayan perdido su esencia, pero de alguna forma perdí conexión. La conclusión a la que he llegado es que hubo un cambio "drástico" de ritmo y del peso que tienen los personajes que yo no logre asimilar.
En la primer mitad es la historia de Matie la que nos conmueve e interesa, claro junto con una Lisbeth niña, que me parece adorable, muy fuerte y determinada. Sus primeros años en las primeras páginas hicieron que me enamorara del libro. Pero después el peso pasa a Elizabeth en una etapa de adolescencia, juventud y adultez que a mi me parece muy rápido, pues mientras en la primera parte nos deleitábamos en los detalles que construían la historia, ahora pasamos a hechos muy concretos que marcan la vida de la protagonista de uno a otro con información muy puntual y en apariencia tan explicita que se vuelve un poco superficial.
Aunque con el reposo y el paso del tiempo, mi visión ha cambiado. Pienso que es un libro para hacer una segunda lectura y que en esta segunda parte hay pequeños detalles que nos adentran a algo más profundo. Por ejemplo, hay una conversación en la que la niña menciona los libros de Jane Austen y como la sociedad inglesa era conservadora y la figura de la mujer carecía de importancia, cuando la misma Lisbeth se estaba preparando para ser esposa, y agradar a los hombres incluso ocultando su inteligencia o sus opiniones. Lo cual me invita a pensar en como nos es más fácil analizar las situaciones desde fuera antes de darnos cuenta de que nosotros estamos en situaciones similares o peores.
Este libro habla de la esclavitud, pero no sólo la de Matie como ama de leche negra, sino también la de Lisbeth, una niña que aun siendo la hija del patrón, tiene tanta voz y voto como su nodriza, de quien no se espera otra cosa que un buen matrimonio. Ambos temas están muy bien expuestos, pero tampoco llegan a ser dramáticos o demasiado crudos.
El final me parece muy correcto, pero tampoco me llega a entusiasmar. Pero en sí mismo creo que vale mucho la pena por el mensaje que tiene y que es vigente aún en nuestros días, sobre como en nuestra "tolerancia" podemos decir que respetamos al que es diferente, pero en nuestra "normalidad" tratamos de no o de diferenciar, lo cual nos lleva a la discriminación.
En conclusión. Es un libro que comenzó siendo muy prometedor y que luego paso a gustarme menos, pero aún así termina siendo muy recomendable. Con mensajes unos demasiado obvios, y otros más escondidos entre líneas, pero del cual todos podemos sacar algo. La pluma de la escritora es muy amena y se lee de un tirón. Tiene una segunda parte, pero como el final me ha dejado un poco fría, no sé si quiero continuar, aunque como libro autoconclusivo también esta bastante bien.
Me ha resultado interesante esta reseña.Besicos
ResponderEliminarQué delicia de análisis. Yo empecé a engancharme a libros que trataban el tema de la esclavitud con El teatro flotante, un libro editado por Harper Collins. Como tú dices, crean empatía y resaltan temas muy necesarios. Este título le conocía y como te ocurre a ti, está en mi librero pendiente. Ahora me han entrado muchas más ganas de leerlo.
ResponderEliminarPor cierto, debo felicitarte por las preciosas imágenes que realizas. ¡Son espectaculares! Te felicito.
Gracias, y un abrazo.
Cómo llegué aquí? Desconozco, pero me alegro mucho de leer la opinión de alguien que no sea yo sobre esta historia. La acabo de terminar de leer y ahorita estoy con la continuación; con los recientes acontecimientos queda evidente que a pesar de tantos años de diferencia, lamentablemente es un tema que sigue dando de qué hablar. Igual que tu, me enamoré del ritmo poético con el que leía lo que vivía Mattie, pero en la siguiente parte en la que se aborda más la perspectiva de Elizabeth he de admitir que si la sufrí. Dejando eso de lado, el final si me hizo derramar lágrimas. Ojalá continúes con la segunda parte de la historia. Habla sobre los estragos de la guerra y la importancia de la reconciliación con el pasado.
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