Hoy les traigo la reseña de 1984 de George Orwell, una distopía de 1949, pero que tiene mucho que ver con la realidad de nuestro momento y de cualquier otro, pues las reflexiones y mensaje que nos deja este libro son tan válidas ahora como hace mil años, quizá no en cuanto a tecnología, pero si lo creo en el trasfondo político, social y humano.
La historia.
En esta distopía el mundo está dividido en tres potencias: Oceanía, Estasia y Eurasia, que están en guerra constantemente. El gobierno encontró la fórmula ideal para hacerse con el total control de la población que básicamente se encuentra dividida entre los miembros del partido interno (que serían la clase alta, los dirigentes), los miembros del partido externos (que serían la clase media) y la prole (que es la clase baja).
Para acompañarnos en el viaje por esta realidad alterna (que sin embargo está muy cerca de la nuestra) tenemos a Winston trabaja para El partido en el Ministerio de la Verdad y entre sus labores principales se encuentra reescribir el pasado cada día para que coincida con los intereses del presente. Winston está incomodo con lo que ve y poco a poco va reflexionando y presentándonos la realidad bajo el modelo políticamente perfecto que le rige.
No hay pasado, no hay recuerdos, no hay individualidad, ni lazos afectivos, no hay intimidad, pues en todo momento está siendo vigilado por su dirigente (o sus numerosos ojos) El Hermano Mayor, una figura omnipresente a través de pantallas y micrófonos que están a la asecho constantemente para prevenir y castigar cualquier intento de rebelión. Pero bueno, ya les dije mucho de la historia y aunque ¡muero de ganas! de echárselas a perder contando hasta el último detalle, no lo haré y aquí me detengo.
Mi opinión.
1984 es una novela que no te deja indiferente, puedes estar de acuerdo o no, puedes pensar que es buena o mala, te puede gustar o no, pero de cualquier manera te lleva a reflexionar, sacar tus propias conclusiones y tomar conciencia. Es el tipo de libro que busco últimamente, me gusta quebrarme la cabeza y evadir algunas realidades para enfrentarme a otras. Y finalmente es uno de los mensajes que pude sacar mientras leía este libro, ¡piensa! lo que quieras, pero detente y observa, reflexiona, ten ideas, sé consciente.
Sobre si me gusto o no (subjetividad como siempre), tengo ideas encontradas. Es un libro pesado en algunas partes, creo que hay que encontrar el momento adecuado para disfrutarlo, de preferencia uno donde tengas completa lucidez y en un lugar donde puedas concentrarte. Ciertamente no me aporta nada nuevo respecto al control de la clase gobernante sobre nosotros, la importancia del pasado para forjar nuestro presente y la importancia de la individualidad y libertad de pensamiento. Pero si hay algunas otras ideas que me ha ayudado a esclarecer, vamos que no es que las implantara en mi cerebro y que las crea a pies juntillas, pero me ha abierto una ventana para responder a ciertas interrogantes que traía arrastrando y a plantearme algunas otras que han sido tema de debate con mi madre en ocasiones y en mi interior por días.
Personalmente lo único con lo que no me siento del todo a gusto es en temas como que la clase baja dependa enteramente de la clase media para revelarse, porque es poco común, pero a diario me encuentro con ejemplos en los que cualquier persona, de cualquier condición social crea pequeñas y significativas manifestaciones para transmitir algún mensaje que parte de su propia reflexión y observación y que aunque muchas veces es cayada (sobretodo en nuestra actualidad donde la libertad de expresión es un concepto poco tolerado) le siguen muchas pequeñas cabecitas que le han escuchado y que levantan la voz, de muchas maneras, en manifestaciones, revoluciones, pero también a través del arte, de asociaciones, de reuniones, de historias, al resistirse, o de cualquier manera que a veces es tan imperceptible y sutil, pero que ahí está. Pienso que hay una subestimación de la clase baja, de la figura de la mujer y de la codicia y ambición de las personas en general. Pero atención chicos, que no quiero decir que haya sido a propósito o que esto sea un punto negativo, ni siquiera creo que haya sido voluntario y que es un aspecto menor que no venía a cuento en la trama de la novela ni en el mensaje, sólo es algo que llamo mi atención y que expreso aquí para hacer honor al mensaje de libertad pensar y expresar que he captado.
Otra parte que quiero resaltar es acerca de los peligros de ignorar el pasado (adoro el pasado, recordar y añorar). Ya que el pasado nos da aprendizaje, individualidad y nos permite crear conciencia. Y por supuesto, la maravillosa libertad de pensamiento, nos expresemos o no, encajemos o no, habitemos éste mundo o alguna de las tantas realidades alternas, no importa, somos libres de esperar algo mejor, de creer, de soñar, al menos por ahora.
Por otro lado dure algunos días obsesionada pero como en plan ansiedad cuando termine el libro y es porque debo reconocerme como una doblepiensa aunque me duela. Esa soy yo, creo que todo es posible dependiendo del punto en que se vea, cayo mi opinión y dudo con facilidad y aunque en algún momento Julia me pareció chocante, creo que en realidad me estaba reflejando en ella.
En conclusión, creo que no puedo decir aun si me gusto o no, y esto me parece por primera vez tema menor. Definitivamente es una lectura que recomiendo y les pido si ya la leyeron me dejen saber sus impresiones sobre ésta novela. Y si no lo han hecho, corran a comprarlo y luego me dirán, jaja. Besos y hasta la siguiente semana.
Acerca del autor
George Orwell. Su verdadero nombre es Eric Arthur Blair, escritor británico nacido el 25 de junio de 1903. Su obra fue influenciada por experiencias personales vividas en tres etapas: su oposición contra el imperialismo británico, a favor del socialismo democrático y en contra del totalitarismo. Fue también un ensayista destacado de los años treinta y cuarenta.
Buenas, como sé lo jodido que es que te dejen un comentario, he querido solidarizarme un poco contigo.
ResponderEliminarYo leí la novela hace tiempo y me pareció acojonante, ya no tanto por la calidad literaria, que es indudable, sino más bien por lo que refleja, por lo que transmite más allá de la historia, y sobre todo, porque está escrita a mediados del sigo pasado, y la realidad es que no estamos tan lejos de ese apocalipsis que dibuja en la novela.
La novela habla del miedo, de como el miedo es capaz de anularte como persona y paralizarte; del poder de los medios, que en la era de internet da todo mucho más miedo, pues no sabes bien si hay más información o más desinformación; podemos ver una vena romántica tipo el amor está por encima de todas las cosas; en fin, podemos ver muchas cosas más allá de la propia guerra constante.
Novela recomendable para edades escolares.
Yo la asocio siempre a las otras dos grandes novelas distópicas, "Un mundo feliz", de Aldous Huxley y "Farenheit 451" de Ray Bradbury, y de las tres es la que más me gusta.
No sé si has leído "Demian", pero por lo que comentas sobre libros que te hagan reflexionar y tal, creo que te resultará atractivo. El libro es muy famoso, por lo que posible que ya lo conozcas y lo hayas leído, pero por si acaso, te incluyo un enlace a una reseña que he realizado hace poco para unas amigas, espero que no te importe y no lo veas como un acto propagandístico.
Enlace:http://bit.ly/2mHeo1e
Nada más.
Saludos etílicos.
Yo soy el clásico caso de la chica que nunca sabe lo que va de moda, ajaja, así que no había escuchado Demian, pero me la apunto. Y de Un mundo feliz si que he escuchado, es un libro que tengo pendiente comprar. Tienes razón con lo de internet y nuestro Gran Hermano particular, da miedo.
EliminarMuchas gracias por solidarizarte conmigo, jaja
Saludos!!
No sé bien a qué te refieres con lo de "moda", por que el libro que te menciono de "Demian" se publicó en 1919, y si tuvo algún momento de "moda" sería en el "hippismo", aunque en ese periodo era más popular "El lobo estepario", un libro ideal para deprimirse jajaja.
ResponderEliminarCon todo yo te animo a que leas la reseña que te pasé, y otras, para que no tengas que fiarte de mi palabra y tengas más juicios de valor.
Saludos.
Hola! Ya he leído la reseña y me parece muy interesante, me he fijado que ahí también mencionas lo del hippismo. No te tomes a mal lo de moda, no es una palabra ofensiva, me refiero a que aunque hay libros que fueron escritos hace muchos años incluso cientos, de pronto en la época actual tienen un auge impresionante, por ejemplo, yo leí 1984 porque de pronto lo comencé a leer en todos lados (de un día para otro) y aunque pueda ser un tema de actualidad con lo que decíamos del Internet y esto, es un libro que fue escrito hace ya bastantes años... a eso me refería, aunque igual no venía mucho al caso, ¿verdad? jajaja
EliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo joer, por eso tranquila, era porque igual pensabas que era actual o algo.
ResponderEliminarQuizás una explicación a que lo encontrases de un día para otro pueda ser el reciente éxito de novelas distópicas tipo "Los juegos del hambre" o trilogías similares; piensa que "1984" es como la novela distópica por antonomasia, para mí por encima de "Un mundo féliz" (aunque todo es opinable), entonces sea mencionada como referencia comparativa; en cualquier caso, esto es solo una teoría que igual no tiene nada que ver.
No, no que va, pero ahora que lo mencionas yo creo que es cierto, hay obras que se refrescan en la memoria de las personas por otras que tratan temas similares y de que de pronto experimentan ese boom comercial como Los juegos del hambre (claro que no quiere decir en ningún caso que carezcan de calidad). Les da nuevos aires a esos títulos que siempre han estado ahí y que de igual forma son referente al hablar del género. Igual sigo con ganas de leer Demián y Un mundo feliz, creo que ambas me pueden abrir nuevos horizontes.
EliminarGracias por comentar y por las recomendaciones.