Cartas a quien un día amé

Hola. Primero que nada, disculpen mi ausencia de dos semanas, pero hubo algunos pendientes que atender, pero ahora, estoy aquí con mucha ilusión para hablarles de un libro que me tiene muy feliz.

Primero que nada, les diré que Cartas a quien un día amé, me ha llegado como regalo de la autora, lo cual agradezco infinitamente ya que me ha dado la oportunidad de conocer su trabajo. Les cuento que es una autopublicación, lo cual aplaudo porque es un trabajo titánico el tratar de hacer que tu obra llegue a las personas, si ya es difícil con una editorial tras de ti, mucho más lo es cuando tienes que enfrentarte al amplísimo mercado y los grandes corporativos por tu cuenta. Y si a alguien le ha dado curiosidad el libro, les dejo la página de facebook oficial donde lo pueden comprar.

La historia

En este libro conocemos a Elizabeth a través de las cartas que escribe a su exnovio Frank. Estas cartas son algo terapéutico, pues no llegan a sus manos, sin embargo en ellas, Elizabeth, encuentra la válvula de escape que necesita para superar su ruptura y otras situaciones que se presentan a lo largo de la historia. La separación con Frank no fue fácil, no hubo una charla de rompimiento, no hubo una razón aparente, simplemente una relación muy estrecha de bastante tiempo fue rota de repente cuando ella pensaba que todo iba sobre ruedas. De esta forma las cartas se convierten en su confidente, en las palabras que ansia decir a ese chico con el que lastimosamente se topa en el instituto, pero que no sólo la ha dejado de amar de un día a otro, sino que también ha levantado un muro impenetrable entre ambos.

Mi opinión

Escribir cartas para desahogarnos, ¿quién no lo ha hecho? ¿Y quién no se ha quedado con un montón de palabras atoradas en la garganta al momento de romper con alguien? Muchas veces esos sentimientos que no han sido expresados nos consumen como el fuego, necesitamos dejarlos salir para poder pasar la página y esto es lo que ha hecho Elizabeth a través de las misivas escritas a su ex.

Me parece que este libro aporta un mensaje positivo de que se puede salir adelante de cualquier situación por oscura que parezca, que hay que darnos la oportunidad de vivir, de abrirle las puertas a nuevas aventuras, que no todas las personas son iguales y que aunque la vida trae momentos de dolor, también nos ofrece personas maravillosas para apoyarnos en ellas y salir adelante, siempre hay opciones y caminos nuevos por recorrer, sólo hay que estar dispuestos y abrir bien los ojos para descubrirlos.

Eli (ella firma como Liz, pero yo le digo así, jaja) me pareció un personaje infantil, egocéntrico y al cual le hacia mucha falta aprender a escuchar, demasiado inseguro e indeciso. Pero este no es un defecto del libro, sino un conjunto de características que en cierta forma definen al personaje principal, aunque fueron éstas las que en gran parte han aportado realismo a la historia, ya que las personas a esa edad somos como Eli, quizá no todo el tiempo, pero aceptémoslo, todos hemos actuado alguna vez en la vida de así, más si estamos hablando de una primera decepción amorosa. Leía a Eli y me hacia al mismo tiempo recordar y reflexionar sobre ciertas situaciones pasadas, sobre mi actitud y la de los demás.

Es una historia en la que te puedes meter e identificar desde el comienzo, pues la narración es muy amena y va totalmente acorde con Eli, ya que en su desesperación podías ver una narrativa mucho más oscura, en sus tiempos de confusión la redacción era algo caótica y cuando estaba contenta irradiaba alegría a través de las páginas y esto es lo que más me gusto del estilo de la autora, me gustaría ser capaz de lograr algo así.

Otra cosa que me gustó es que aunque hay puntos suspensivos (no literalmente) como para poder continuar con la historia en un segundo libro, el final es decisivo, es decir, no me siento inquieta pensando que me falta algo más de Cartas a quien un día amé, incluso si fuera un libro único.

Y como ya les mencionaba en un comienzo, me parece de admirar la labor que tienen los autores para dar a conocer su arte sin contar con el respaldo de una editorial, de un equipo publicitario y de correctores y redactores que hacen que el producto final sea aceptado y distribuido. Creo que hay muchos autores esperando una oportunidad e historias que merecen ser leídas, y sobre todo personas que buscan expresarse, que están esforzandose por mejorar cada día con los recursos que tienen a mano y que necesitan de nuestro apoyo para hacer que nuestro querido mundo de páginas color crema se enriquezca siempre. Si quieres apoyarla comprando su libro (o si quieren más información del mismo) te dejo la página de Facebook una vez más.

¿Qué encontrarás en el libro? Gente joven que está pasando por un momento de desamor, donde todo parece estar fatal, pero también amigas incondicionales, una familia amorosa, diversión, romance, ilusión, y una serie de cartas que te inspirarán a escribir tu propia historia.

Acerca de la autora

Elyza Haru, nació en Monterrey Nuevo León en 1993. Está por concluir la Licenciatura en Educación Preescolar.